
Empezamos el día con una alegría. Al revisar la ruta de hoy durante el desayuno, recordamos que nuestra intención para hoy era salir desde Cadaqués. Así que los últimos 20km que hicimos ayer ya muertas son kilómetros que no tenemos que hacer hoy. Según lo planeado hasta Bellcaire, donde pretendemos dormir hoy, nos quedan solo unos 30km y el perfil es 95% llano.
Poca distancia y sin pendientes. Nos invade el optimismo de nuevo. Hoy de verdad, ¿qué puede salir mal? Comenzamos el camino entre cultivos de manzanos que huelen a sidra. Hasta el pueblo donde estimamos comer hay unos 10km que transcurren por el Parque Natural de la Aiguamolls de l’Empordà. Pan comido.
Cuando decidimos hacer la paradita de descanso de media mañana para unos frutos secos, vemos una heladería que nos pone ojitos, así que no nos queda otra opción que pararnos a tomar un helado refrescante, que hoy el sol pega fuerte.
Mientras disfrutamos de nuestros cucuruchos, miramos nuestras bicis cargadas y vemos lo que la ruta nos tenía guardado para hoy. Rueda pinchada. Raro era que lleváramos todo el viaje sin pinchar, todo sea dicho.
De momento, a la Pirinexus hay que quererla. Cada día tiene sorpresas para mantenerte alerta y para que tengas cosas que contar. Cada día ocurrirá algo que te haga perder una o dos horas de tu horario planificado.

Arreglamos la rueda, visita a la gasolinera para hinchar y retomamos camino como si nada hubiera pasado.
Durante estos trazados de cultivos, nos encontramos a una chica belga que está haciendo la zona a pie por las rutas senderistas. Viendo su macuto y nuestras bicis, nos damos cuenta de que siempre hay caminos más largos.
Llegamos del tirón a las playas de San Martín d’Empuries, donde encontramos una mesa con sombra en un chiringuito frente al mar. Perfecto.
Unas sardinas y unos calamares a la plancha después, nos encontramos de nuevo a la chica belga, que aún tiene que llegar al pueblo siguiente. Nosotras nos dirigimos dos más allá. Aprovechamos que la ruta de hoy es corta para avanzar unos kilómetros más del total. En vez de dormir en Bellcaire, pasamos a Torroella de Montgrí, pueblo playero donde ya nos sentimos más cerca del final de este viaje.
Mañana intentaremos acercarnos tanto como podamos a Girona, para dejar una última etapa corta en kilómetros y que sea Pirinexus quién decida, como siempre.