Bosques del Sur 6: Segura de la Sierra – Refugio Campo del Espino

El día de hoy es un hito importante en la ruta, ya que vamos a empezar a bajar en el ecuador de esta ruta circular. Cuando llevemos un rato pedaleando, nuestro rumbo cambiará de Noreste a suroeste.

Después de desayunar, ponemos rumbo a la salida del pueblo sintiendo el frío de la mañana, que nos hace querer ponernos todas las capas del mundo. Ese pensamiento se nos olvida rápido cuando empezamos la primera de las subidas de hoy, que encima es al solecito. Muy a gusto empezamos los 1200 metros de desnivel que nos esperan hoy.

No llevamos ni un kilómetro cuando nos encontramos con tres ciervos que han salido a desayunar. Son pequeños y con todo el silencio que hay, nos quedamos quietas mientras cogen alguna hoja del primer árbol que pillan. Seguimos ruta para dejarles tranquilos y afrontamos la subida que tenemos por delante. En general hoy no van a ser más de 5km cada ronda, pero hay bastantes rondas.

En un momento dado, dos ciclistas de bikepacking nos adelantan. «Ahí van los que nos vamos a encontrar en el refugio», decimos, y continuamos colina abajo, colina arriba. Los pinos crean una luz bastante agradable, que junto con el cielo tan despejado de hoy, se empieza a rifar el premio de «jornada de pedaleo más bonita del viaje». Aún quedan muchos kilómetros y todo puede pasar, pero en los primeros 10km nos está encantando.

Nuestro primer objetivo de hoy es llegar a comer a Pontones. De ser así, habremos hecho 40 de los 55km del día, y nos dejaremos el tramo de GR para por la tarde. A la una y cuarto, la carretera cambia y empezamos una larga bajada bastante antes de lo previsto: la bajada acaba en Pontones, así que llegamos con la hora perfecta.

Cuando localizamos el bar en el que vamos a parar, encontramos a otras dos bicis buscando también dónde comer, una de ellas igual que la bici de Carmen. La coincidencia nos une y cuando nos encontramos, nos contamos nuestros viajes. El de ellos, un sudafricano y una alemana que viven en Mallorca y están haciendo una ruta por Andalucía desde Valencia. Llevan dos días en la montaña de autosuficiencia. Nos despedimos deseándonos buena suerte, y cuando acabamos de comer, volvemos a la carretera para acabar la subida de 6km antes de encontrarnos de nuevo con el GR.

Al salir del pueblo, nos encontramos con otro ciclista con alforjas (que ya empezamos a pensar si regalan algo) , y recién embadurnadas de crema solar, seguimos con buen ritmo subiendo. Al coger el desvío con el GR, la pendiente relaja temporalmente y estamos un rato en paralelo charlando de todo y nada, algo que en este viaje apenas estamos pudiendo hacer por el desnivel.

Los 9km que nos quedan transcurren por una pista en la que pueden pasar 4×4 y con algún tramo embarrado muy puntualmente. Disfrutamos de las bajadas y apretamos los dientes en las subidas mientras nos adentramos más y más en la montaña. El paisaje se convierte poco a poco en un altiplano con vegetación baja que sustituye a los árboles y con espacios abiertos en los que se te pierde la vista en el horizonte.

Al tomar otra curva: pum, nos cruzamos con otro ciclista con alforjas. Cuando nuestros caminos se alejan, nos quedamos nosotras charlando sobre el concepto de «espacio vital» cuando estás en medio de la nada.

El sol va bajando y llegamos al refugio Campo del Espino con margen suficiente para ducharnos y ordenar bien las cosas antes de disfrutar de una puesta de sol en la montaña. La temperatura también va bajando rápido, nada raro si estamos a 1.780 metros de altitud. Según toca el sol montaña, aparecen por el camino otros tres cicloviajeros, que después de un rato parados en frente del refugio, deciden continuar su viaje. Esperamos que lleven buenas luces y buenos sacos, pues la noche empieza a caer.

Por un lado, nos llama la atención habernos encontrado tantos cicloviajeros en el mismo, un total de 9, no suele ser habitual. Pero por otro lado, no nos extraña que sea en esta ruta, porque los paisajes de hoy han sido una locura. Es verdad que es bastante exigente en cuanto desnivel, pero esta Sierra tiene unos contrastes espectaculares y el recorrido que han diseñado con las etapas de Bosques del Sur por el GR-247 te da una visión general muy completa de estas montañas que parecen casi infinitas.

Esperanos que los muros del refugio nos ahorren pasar el frío que tiene pinta de hacer. Desde luego, esta jornada de pedaleo ha sido nuestra favorita de lo que llevamos por los Bosques del Sur, aunque veremos mañana, porque es bastante bajada y tiene pinta de ser un auténtico espectáculo. Es verdad que el hecho de que haga buen tiempo ayuda bastante, cosa que no fue muy favorable para la etapa que hicimos al anterior refugio hace tres días.

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