
Ayer decidimos quedarnos una noche más en el Camping de Castelló d’Empuries para hacer hoy una escapada fuera de la Pirinexus: excursión de unos 30 kilómetros de ida sin alforjas al Cabo de Creus pasando por Cadaqués y ver las calas desde la bici para intentar bañarnos en alguna.
Teníamos preparado un picnic para recargar pilas en una de esas calas de aguas turquesas que se ven desde el camino y nuestro equipaje se reducía a crema del sol, chanclas y buenas expectativas.
Empezamos entonces viendo Roses por el paseo marítimo y, en un intento de ser creativas, buscamos una ruta alternativa a la principal por carretera. Parece haber un camino que pasa por Montjoi y lleva hasta el Cabo bordeando la costa. ¿Qué puede salir mal?
Hasta Montjoi las bicis nos parecen de aire sin la casa a cuestas y el sol nos va recordando la famosa canción «fardarás, en la oficina fardarás de un moreno sideral».
Una vez llegamos a Montjoi, el camino asfaltado se transforma en tierra y las bicis empiezan a llenarse de polvo. Sin saber muy bien cómo, nos encontramos metidas de lleno en la ruta GR-92 de senderismo. Y el senderismo implica andar. Así que nos toca, por tercer día consecutivo, empujar las bicis (¡menos mal que esta vez sin alforjas!) por caminos sólo aptos para personas con buenas botas o bicicletas eléctricas de montaña. Anda que no hemos echado de menos nuestro jepeesito…
Esto, además de un dejá vu, nos supone estar en Cadaqués a las 2 de la tarde, en vez de a la 1 en el Cabo, como teníamos pensado. No nos queda otra opción que tomar nuestro picnic en una playa de Cadaqués, descansar (con alguna mini siesta inesperada en la playa) y retomar viaje hasta el Cabo.
Ahora sí, el camino es carretera asfaltada con poco tráfico y alternando entre subidas y bajadas. Afortunadamente, no hacía sol, pues nos hubiera calcinado. Según nos acercamos al cabo, vemos las inalcanzables calas desde arriba, pero ni se nos ocurre bajar a investigar. El viento nos viene de cara y el paisaje es cada vez más salvaje.
Unos 8 km después, llegamos por fin al Cabo de Creus, lo que nos resulta entre increíble y banal de lo agotadas que estamos. Eso sí, la alegría no tarda en aflorar cuando empezamos a asimilar dónde estamos y de dónde partimos.

La vuelta hasta Cadaqués es camino que tocaba desandar. En las subidas, apretamos los dientes, y en las bajadas aprovechamos para hacer yoga encima de la bici y estirar un poco la espalda. ¿Acabamos de inventar una nueva modalidad?
Pasado Cadaqués, nos esperan 6 km de subida intensa, y unos 22km en total para llegar a casa. Ya está casi hecho. Buscamos fuerza de donde podemos y llegamos a una bajada eterna con la que acabamos casi metidas en la tienda.
Quizás el día no ha ido como pensáramos, pero al final hemos comido en la playa y alcanzado el cabo, nuestros dos objetivos para hoy. Mañana dejamos el Camping rumbo al sur, a Bellcaire. Todo se puede complicar, pero creemos que los 50km de mañana van a ser bastante más amables.
[…] invade una sensación familiar. Nos íbamos a meter en un posible aprieto. Si algo aprendimos de la llegada a Cadaqués es que no siempre te debes fiar de Google Maps si vas en […]
Me gustaMe gusta